No solo se puede negar la razón a las personas; también a las situaciones, mediante la queja y la propensión a reaccionar en lugar de actuar, lo que siempre implica que "esto no debería estar ocurriendo". Tener razón nos coloca en una situación de imaginaria superioridad moral respecto a la persona o situación que está siendo juzgada y condenada. Es esa sensación de superioridad lo que busca el ego para reforzarse.
El ego se lo toma todo personalmente. Surge la emoción, la actitud defensiva, tal vez incluso la agresión. ¿Estás defendiendo la verdad? No. La verdad, en cualquier caso, no necesita defensa. Estás defendiéndote a ti mismo, o más bien a la ilusión de ti mismo, al sustituto creado por la mente. " - Eckhart Tolle.
0 comentarios: