• ARTICULACIONES – TORCEDURA.

    Las  torceduras  se encuentran al nivel de una u otra de mis articulaciones y se deben a una lesión de los ligamentos de una de éstas. Las articulaciones representan la  flexibilidad  y mi capacidad a doblarme a las diferentes situaciones de mi vida. La muñeca y el tobillo son la expresión de 
    la energía, justo antes de que se manifieste en lo físico. La torcedura me indica 
    que aplico los frenos. Resisto  o vivo  inseguridad  frente a la dirección que 
    tomo (tobillo) o en lo que hago (muñeca) actualmente o lo que podría hacer 
    en una nueva situación. Vivo culpabilidad y quiero castigarme porque resisto. 
    Vivo una tensión mental que ya no puede tolerarse. Dependiendo de mi grado 
    de resistencia, ira, culpabilidad o tensión mental, tendré una torcedura benigna 
    también llamada  esguince, en la cual los ligamentos simplemente están  distendidos, o una torcedura grave, en la cual los ligamentos están rotos o arrancados. Tomo consciencia de lo que hacía y sentía en el momento en que sucedió. Puedo preguntarme: ¿Estoy a punto de hacer algo a lo cual sería mejor renunciar? ¿Me causa tensión o una real angustia el modo en que trato la situación?  ¿Estoy sentado en una base inestable y molesta mentalmente? Acepto  tomar el tiempo de volver a orientarme o de hacer los cambios 
    necesarios para que pueda estar bien en mi piel e ir hacía delante libremente. 
    Acepto  la presencia de esta torcedura para llevarme a hacer cambios. Si la aceptación está hecha, la curación será rápida y total. Pero si, porque ahora no puedo andar o lo puedo hacer muy poco, me desvalorizo y me siento inútil y “bueno para nada”, la curación será mucha más larga. Por esto  tengo ventaja en ver esta situación (la  torcedura  y lo que implica) de un modo positivo y constructivo. 

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