Son angustias, frustración frente a una situación en la cual soy incapaz de tomar una decisión. Puedo tener el sentimiento de algo que debe estar hecho o realizado o que me está pedido. La migraña expone mi resistencia vinculada a mi incapacidad de cumplir lo que me es pedido. Mi cabeza “sobre calienta” y me hace daño sólo con la idea del objetivo por alcanzar que me parece
inaccesible. Mi cabeza se parece a un “presto”, la presión siendo tan fuerte que aún no sé cuál solución o cuál actitud adoptar. Hay conflicto entre mis pensamientos, mi intelecto que está sobre cargado, mis necesidades y deseos
personales. ¿Me siento a la altura o tengo la sensación de ser incompetente, sobre todo en el plano intelectual? Debo tomar consciencia de que estoy huyendo de lo que me molesta o que siento incomprensión y una carencia de amor por parte de alguien. Las migrañas pueden también estar vinculadas a problemas sexuales tales como la represión desde la infancia, y que vuelven a la superficie. Es como una lucha adentro mío, que se desenvuelve entre mis pensamientos y mi sexualidad, esto me sube a la cabeza. Puedo tener la sensación que es como si mi cabeza fuera a explotar. Debo comprender que,
cuando tengo una migraña, tengo una toma de consciencia por hacer. Debo cambiar cosas y debo ser capaz de cambiarlas, es decir de pasar a la acción. Al darme un tiempo de pausa la migraña, puede ser también un modo de lograr más amor y atención. Dejo los acontecimientos fluir libremente en mi vida y recibo a cambio alegría, paz, armonía.
0 comentarios: