Muchas mujeres compartimos alguna de estas inquietudes:
– Me falto mi padre…
– Estaba ausente
– No supe/pude acercarme a él
– No pudimos comunicarnos
– La relación fue desastrosa
– La versión fue tan increíble que lo busco en mis parejas
– Estaba ausente
– No supe/pude acercarme a él
– No pudimos comunicarnos
– La relación fue desastrosa
– La versión fue tan increíble que lo busco en mis parejas
¿Para qué sirve un padre en la vida de las mujeres?
Un padre es muy importante en la vida de todas las personas, el padre genera fuerza, confianza, manejo de límites, poder personal… y en el caso de las mujeres es un punto clave pues en algún momento desearán tener una relación con un hombre.
Es la relación con el padre la que determina cuán exitosas o no, serán en sus relaciones con los hombres, lo cual en gran medida, se traducirá en la estima que tengan de sí mismas.
Por otro lado es fundamental entender la proposición freudiana de que en la vida de la mujer su padre es su primer amor, en sentido figurado.
La hija traslada la imagen de papá al hombre que ama, si papá fue funcional es probable que la mujer se sienta inclinada a repetir la experiencia y busque/encuentre un hombre psicológicamente sano. Es decir, si papá fue un hombre cálido, enterado de las necesidades tanto psicológicas como físicas de la hija (techo, comida, médicos, escuelas, diversiones, cariño, respeto del desarrollo sano de la individualidad de la hija, de su necesidad de pertenencia al grupo familiar, de la evolución de sus apegos, primero a los padres y hermanos, después a los amigos y, posteriormente, al novio que le llevará fuera del núcleo familiar), entonces ésta, como es fácil de imaginar, querrá y podrá encontrar en otro hombre las características tan sanas que componen la personalidad del padre y que le reflejan sentimientos de vida hacia los hombres. Por desgracia, aunque esto último sucede, no es la generalidad.
Otro beneficio de tener un “buen padre” es, desarrollar niveles de independencia altos y a la hora de tener un novio se demore la iniciación de la vida sexual.
¿Qué tipo de padre tuviste?
– El Ausente Físicamente
Padres ausentes generan hijas necesitadas de pareja y con un miedo terrible al abandono. Seguramente se buscarán relaciones dependientes donde nunca será suficiente el amor ni la atención de la otra persona, para aumentar la herida se buscarán personas poco comprometidas y que tienen el cartel en la frente “te abandonaré”. En estos casos es sumamente importante trabajar el desapego.
– El Ausente Emocional (también se aplica al ausente físicamente)
Una relación de abandono emocional con el padre en la primera infancia o en la pubertad puede provocar que mujeres exitosas en diversas áreas, tengan vidas desastrosas en relación con el amor, pareja y todo lo concerniente a lo emocional.
Un padre egocéntrico, que se dedica a buscar lo que necesita, se le dificulta ver las necesidades emocionales de los otros, no tiene consciencia de que su esposa e hijos necesitan de él.
Con un padre así cuando niña tú sólo sientes o intuyes que no te amaban o aceptaban como tu pequeño ser necesitaba, de ésta manera desarrollas comportamientos basados en las conductas y mensajes de los otros hacia ti, en este caso, de tu padre y tu madre, incluyendo el conflicto que vivían de pareja. Todo ésto conformó tu personalidad, que llamaremos disfuncional, porque en el presente no funciona, no logra ayudarte a ser feliz, a amarte a tí misma, a convecerte de que te aman, y por eso, no escoges hombres que sepan amar, o sea, que ya sepan amarse a sí mismos, y acepten quienes son (sin juicios) que acepten a los demás, que no vivan sólo centrados en lo que quieren para sí. Hombres que hayan aprendido a escucharse y a escuchar a los demás, que al madurar como personas su nivel de tolerancia vaya en aumento también, es decir, que acepten que en la vida no siempre se obtiene lo que se desea en la forma que se desea, que sepan que la mujer se comunica y entiende la vida de una manera diferente a la de los varones.
Es importante también ver qué pasa con la madre… si también vive con un esposo distante, es seguro que no está conectada de manera adecuada con ese hombre, y mucho menos con las necesidades de los hijos.
La hija tendrá una relación con la madre exagerarada en resentimiento, al creer (quizá inconscientemente) que fue ella quien no permitió que el padre se acercara más a la hija cuando era pequeña, o no se lo pidió. Se puede convertir en una mujer que cree que los hombres son malos, sólo por el hecho de ser hombres, algunas mujeres pueden convertirse en personas que sólo se interesen en lograr beneficios a partir de los hombres, quizá una manera de cobrar al padre-hombre el que no estuviera con ella.
– El controlador
Genera mujeres sumisas y obedientes. Con miedo a soltarse y tomar la responsabilidad de su vida. Actúan como niñas pequeñas buscando aprobación y cuidado. Generalmente buscan hombres controladores y machistas. Suelen sufrir bastante en sus relaciones. Deben trabajar intensamente su autoestima y desarrollo personal.
– El violento
Genera mujeres sometidas y víctimas de agresión. Suelen ser conflictivas y poco responsables con su seguridad personal. Es muy importante trabajar el manejo de límites y el cuidado personal, además de mostrar nuevas opciones de relacionarse.
– El súper amigo complaciente
Genera la sensación de que es la figura ideal y no permite a la mujer seleccionar sanamente a su pareja. Con ella habría que trabajar el corte del lazo energético y el desprendimiento. Así podría elegir a su pareja sin falsas expectativas.
En general lo ideal es saber soltar el rol de niñas sumisas y actuar responsablemente como adultas y tomar de la figura paterna lo que se necesita.
– Otra mujer en la vida del padre
Las reacciones más frecuentes son de tristeza, depresión, resentimiento, ira, temor, dolor, deseos de venganza, sentimientos suicidas, enfermedades psicosomáticas, escapar de la casa, embarazos no deseados, uso de sustancias tóxicas, obtener bajas calificaciones, dejar la escuela.
– Padres Divorciados
Acá el padre en su duelo egocentrado, sólo puede ver su coraje y dolor por la pérdida. Mientras el padre no se despoje de la ira que siente hacia la ex-esposa no estará emocionalmente disponible para la hija.
Los padres divorciados en muchas ocasiones se vuelven presencia a través de regalos, de visitas al centro comercial, de una llamada telefónica, ésto no llenará el vacío físico y amoroso del padre que la hija necesita.
¿Te sientes digna de ser amada?
Cuando se revisa la autoestima de la mujer, es importante revisar la de la madre y aún la de la abuela, porque no sólo se heredan los rasgos físicos sino los vacios emocionales.
Pensando en nuestros ancentros, bisabuelas abuelas y madres que han tolerado infidelidades diremos que cuando una mujer tolera infidelidad del esposo, su valía disminuye y la auto-estima está por los suelos, y a la vez esa baja autoestima es transmitida a los hijos, y en la edad adulta buscarán relaciones tóxicas, y se buscará repetir la historia de la madre, que en cada relación busca al padre, al padre compresivo, que la cuide, que la colme de mimos y cuidados que el padre no le proporcionó.
Es importante preguntarnos si tenemos relaciones tóxicas qué nos hace buscar al padre y su desamor en cada una de las relaciones.
EJERCICIOS DE TRATAMIENTO
Es indispensable ir al origen de los enredos familiares pues es donde se encuentran las raíces de nuestros males.
Si hay algo que reparar no perdamos tiempo y hagámoslo. Reconcíliate con la figura paterna y sé agradecida simplemente porque te dio la vida.
Aventúrate a vivir de una forma sana emocionalmente.
Cuida de ti manejando adecuadamente tus emociones.
La presencia de la reconciliación paterna en tu vida te vuelve independiente. Todo desprendimiento va acompañado de una sensación de paz interior.
Para mujeres que tienen experiencias paternas de naturaleza enfermiza, una reconciliación espiritual le dá una sensación de protección que también actúa como factor estabilizante, que es lo propio que le daría el padre: estabilidad, seguridad, fuerza, respaldo.
Date permiso para el desprendimiento adecuado de tu niña a esta figura mental.
En definitiva, estas cosas que marcan la vida y el corazón, tienen que expresarse, charlarse, desahogarse. Hay que sacarlo todo afuera para que adentro nazcan cosas nuevas.
Si hay algo que reparar no perdamos tiempo y hagámoslo. Reconcíliate con la figura paterna y se agradecida simplemente porque te dio la vida.
Hagámoslo por nosotras mismas. Aventúrate a vivir de una forma sana emocionalmente. Cuida de ti manejando adecuadamente tus emociones.
Para mujeres que tienen experiencias paternas de naturaleza enfermiza, una reconciliación espiritual le dá una sensación de protección que también actúa como factor estabilizante, que es lo propio que le daría el padre: estabilidad, seguridad, fuerza, respaldo.
Todas necesitamos de un padre.
Date permiso para el desprendimiento adecuado de tu niña a esta imagen paterna.
Carta a mi padre -Pasos-:
Primer paso. Ponga en manos de Dios o un Ser Superior a su padre. Por ejemplo papá que Dios te bendiga y te ilimine hoy y siempre.
Segundo paso. Es una corrección fraterna. Vas a contar tu historia lo que a ti te dolió, sin juzgar a tu padre. Por ejemplo: Papá a mi me dolió que no te ocuparas de mi, que siempre estuvieras preocupado por tus cosas y también me dolió no recibir muestras de afecto de tu parte etc. Cuenta tu dolor.
Ve un futuro lleno de amor paz y alegría para tu padre. Ejemplo: deseo un futuro lleno de paz, felicidad, amor y abundancia economica y que Dios te conceda lo que tu tanto anhelas en tu vida.
Gracias, gracias, gracias, paz y amor para ti y tus seres queridos.
Trabaja con cada uno de los ejercicios propuestos y disfruta dándote todo lo que necesitas ahora que eres una adulta. Quiero que sepas que ya no es tu imagen paterna de niña la que te daña sino la que has forjado en tu mente.
Fuente: Claus Tuchán
Fuente: Claus Tuchán
Flavia de Corazon a Corazon!
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