• Pídete a ti primero ............

    Las personas nos desenvolvemos en nuestro interior entre dos polos: los deseos y los miedos. Los primeros son la proyección de nuestras predilecciones, ansias, gustos… los segundos representan las frustraciones, carestías, rechazos… Cada día mostramos una mezcla de las dos partes y nuestro estado de ánimo es volátil por esa razón. A veces gana lo positivo, otras veces queda en segundo puesto.
    Para conseguir lo que supuestamente deseamos, buscamos siempre en el exterior. Los cinco sentidos “oficiales” tienen buena parte de la culpa de esa búsqueda fuera de nosotros mismos. Nuestra conexión con el mundo se hace a través de la vista, oído, gusto, tacto y olfato. Esta costumbre cada segundo de nuestra vida desde que nacemos, nos genera un constante hábito de encontrar siempre fuera, nunca dentro.
    Los anhelos representan todo aquello que no se tiene. Fabricamos un hogar idílico para cuando llegue a nosotros, pero si esto no se produce, un grupo de ocupas (los miedos) se encargan de dar vida a esa morada, convirtiendo nuestra vida en la no deseada. Este ejemplo de la ‘Ley de Causa y Efecto’ genera a las personas la suficiente impotencia para convertirlas en menos de lo que son. Eras tú y por no conseguir un sueño eres una versión empeorada de ti mismo. El mundo al revés. ¿Dónde está el problema?
    El efecto es negativo por el origen (la causa). Una elección incompleta de los deseos ha dado como resultado lo no deseado. La aspiración incompleta es todo aquel deseo que pone el foco en el resultado sin sentir la necesidad de valer lo que se ansía. Quizá quieres y quizá no estás a la altura de lo querido. Es probable que tu puzzle no se complete porque tú no tienes la forma necesaria.  Todo eso puede y debe cambiar.
    ¿Querrías tener la “Lámpara de Aladino” para conseguir tus deseos? Respondo por ti: sí. ¿Dónde está? Respondo por ti: aquí mismo. ¿Pero dónde? Respondo por ti: justo aquí, dentro de ti. ¿Cómo? (dirás) y responderé: sí, dentro de ti. Éste aparentemente “cuento chino” para niños es todo lo contrario a una quimera. Es verdad.
    Si deseas encontrar en tu camino una lámpara mágica, deberás saber como “frotarla” cuando esté en tu mano. Sería un gran fracaso tener la suerte de hallarla y no saber utilizarla. Para eso hay que practicar. Los únicos ensayos posibles son contigo mismo. La única lámpara que tienes ahora en tus manos eres tú. ¿Quieres saber qué se siente al ser la persona que deseas? Pídetelo. Quizá hagas todo aquello que sueñas. Hazlo de verdad. Eres tu “Aladino”, tus deseos son órdenes para ti.
    Bendiciones!!!!!!!!!!!!!

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