"El que se haya encontrado a si mismo ha hallado un cadáver".
Muchas veces escuche, y hasta a veces afirmé, que el camino hacia la consciencia es a través de la búsqueda de uno mismo.
"Conócete a ti mismo y conocerás el universo..."
Afirmamos que hay que ir adentro para conocer nuestra esencia, saber quienes somos y encontrar el Ser.
Me quedó esa idea revoloteando y pensé...¿Cómo uno puede pretender conocer la esencia, etiquetarla y describirla? Cómo conocerla si la esencia de todo es el movimiento… Energía en constante movimiento.
Cuando te buscas y crees estar en ese camino… estamos yendo en dirección de una descripción. Nos hemos metido en un juego mental analítico que nos desconecta de lo que está siendo realmente. Toda búsqueda es mente, el ser es la aceptación de lo que es, de lo que surge…No hay descripción es movimiento y cambio constante surgiendo ya en ese instante único de la existencia.
Basta de descripciones. Ser.
Basta de búsqueda. Ser...
Solo Ser, ese es al gran secreto…
No es necesario buscarnos para conocernos… solo tienes que ser.
Si en esa búsqueda para encontrarte a ti mismo, crees que te has finalmente encontrado...es decir, si te definís a vos mismo como “algo”… ya te convertiste en tu pasado, has dejado de fluir, te has rotulado, te condicionas y si eso pasa no ERES.
No fluir es no expresar lo que en ese instante realmente eres, porque ya hay en ti un rótulo, que ha frenado ese movimiento, te ha estancado…has encontrado un cadáver sin vida.
En cambio, si no sabes quien eres, es que estás siempre siendo…Has aceptado el movimiento. Eres movimiento. No te has auto-rotulado, no existe descripción, solo eres en cada instante, eres un canal de energía en donde todo pasa, nada se queda, todo fluye, corre…nada queda amarrado a una descripción…estas vivo.
Por eso no te busques más, porque el buscador y lo buscado es lo mismo…solo tienes que SER. Dejarte ser, dejarte llevar…
Por eso, no se quién soy...
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