• CABEZA

    La cabeza es mi centro de comunicación, está vinculada a mi individualidad. 
    Frecuentemente se le llama el “centro de mando”. Por ella pasan todas mis emociones y todas mis comunicaciones, por vía de mis cinco sentidos. Si vivo dificultades o enfermedades de la  cabeza, debo preguntarme si vivo un conflicto referente a mis pensamientos y mi vida espiritual o mi crecimiento personal. Esto se explica por el hecho que la  cabeza  está constituida por huesos que están hechos de un tejido duro y que simbolizan mi energía espiritual, y que estos huesos rodean el tejido blando y los fluidos, que simbolizan mis energías mentales y emocionales. Si ambos aspectos están en armonía, habrá fusión de mi cuerpo y de mi mente. Sin embargo, si la sangre que está en mi cabeza, no circula bien o si ejerce una presión, esto me indica que tengo dificultad en expresar o recibir el amor y todo sentimiento que me habita (porque la sangre transporta mis sentimientos en todo mi cuerpo). Mi cabeza recibiendo y expresando los diferentes aspectos de mi comunicación, lo mismo que las  sensaciones e impresiones del cuerpo que las manifiesta exteriormente, aprendo a mantenerme abierto frente a mi entorno, a aceptar los mensajes que llegan a mis sentidos y a través de todo mi cuerpo para aprender las lecciones de la vida que me traerán un despertar espiritual mayor. 

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