andar. Las piernas sirven para avanzar libremente. Puedo retenerme de ir hacía
delante. De aquí la indecisión para avanzar en la vida. Por los problemas de las caderas, mi cuerpo me indica cierta rigidez: por lo tanto vivo inflexibilidad frente a una situación o a una persona. Esto puede proceder de una situación en la cual me he sentido traicionado por alguien o abandonado y esto me ha afectado tanto que vuelvo a plantearme mis relaciones con los demás. Además, tengo el gusto de establecer “nuevas reglas” para protegerme
y evitar estar herido otra vez. Puedo tener una inquietud por el porvenir: por lo
tanto, siento angustia cuando debo tomar una decisión importante porque puedo tener la sensación que no voy a ninguna parte o que nunca llegaré a nada. Cuando me dueles mis caderas, mi cuerpo me manda un mensaje. Me ayuda a desarrollar mi consciencia para que adelante en la vida con confianza y seguridad y me enseña a ser más flexible en mi modo de tomar decisiones, asegurándome así un mejor futuro. Cuando hay un dolor, hay alguna
culpabilidad. Así es como un dolor en las caderas o caderas que no quieren moverse, pueden indicarme que bloqueo mi placer sexual por temor o culpabilidad. Incluso puedo vivir impotencia a nivel sexual como en mi capacidad en aceptarme tal como soy, con mis gustos, mis deseos, mis placeres. Estaré perturbado sexualmente y emotivamente, impidiendo así que mis caderas funcionen normalmente. Esta impotencia también puede vivirse en el hecho que no me siento capaz o ya no me siento capaz de tomar mi lugar
y de oponerme a alguien o algo. Esta situación me obliga a reflexionar sobre los límites que me doy. Estoy en equilibrio y ando en la vida con confianza y serenidad. Agradezco la vida por todo lo que me hace experimentar en cada instante. Aprendo a vivir en equilibrio con estas experiencias.
0 comentarios: